Reproducimos aquí un artigo publicado onte no diario El Progreso que fai referencia a Preescolar na Casa (ver artigo en web El Progreso):

“Parece ya definitivo que entre las víctimas de esta crisis -o de la poda de servicios públicos que se justifica con la crisis- se contará Preescolar na Casa. Con la excusa de recortar unos cientos de miles de euros anuales se barre de un plumazo un programa intachable que ha sido de utilidad a miles de familias y que se ha ganado un apoyo social incuestionable.

En mi opinión es una decisión miope y sorda. Me explico: los miopes vemos muy bien de muy, muy cerca, pero muy mal a media o larga distancia. Eso quiere decir que apreciamos el detalle, pero nos perdemos en el contexto. La decisión de liquidar Preescolar na Casa parece, desde luego, fruto de una política a la altura de Rompetechos. Evidentemente, suprimir el programa supone ahorrar a las arcas públicas más de medio millón de euros -de acuerdo en el detalle-, pero quizás el gasto a largo plazo exceda en mucho esa cantidad. Y es sorda porque hay que tener el oído muy perjudicado -o estar muy alejado de la calle-para no apreciar el clamor popular que justifica y defiende esta iniciativa. Por algo será.

Continuamente nos echamos las manos a la cabeza con los datos de fracaso escolar, la falta de respeto de los adolescentes a padres y profesores o el espíritu acomodaticio y poco emprendedor de las nuevas generaciones. No creo realmente que estos grandes trazos definan la mayoría, pero está claro que algo de eso existe. ¿Sucede porque sí? No sé nada de educación infantil más allá de mi propia -y lejana- experiencia, pero estoy convencida de que en los primeros años de existencia se determina una vida. Y ¿cómo han de ser esos comienzos para encauzar a las endiabladas criaturas que somos? Ni idea, pero seguro que la formación de los progenitores ayuda tanto, o más, como las buenas intenciones.

Un día oí a la presidenta de Preescolar na Casa, Marisol Fernández, explicar cómo se puede desarrollar el espíritu emprendedor desde los primeros meses. Creo recordar -que nadie se fíe, por si acaso, de mi memoria- que recomendaba medidas como relegar en lo posible el parquecito, retirar todo lo que pueda hacer daño al bebé y dejar que explore a su antojo; prepararle un cajón con cosas para que sacie su necesidad de hurgar y abrir con él aquellos que no debe tocar solo. Desde luego, en mi ignorancia, sus consejos sonaron convincentes.

Quizás Preescolar na casa se creó pensando en acercar servicios a los niños de la zona rural hace 35 años y el mundo ha cambiado mucho desde entonces. Cierto. Sin embargo, no parece que ese cambio justifique suprimirlo. Más bien al contrario, pide reforzarlo y hacerlo llegar a cada rincón. Lo que se invierta hoy en los padres se ahorrará mañana en los hijos”.

Comments are closed.